DESCUBRIENDO SUD AMERICA...

 PARA LLEGAR A UN LUGAR, HAY QUE TRASLADARSE, Y EN OCASIONES SON ENORMES DISTANCIAS, PERO LO IMPORTANTE ES DAR EL PRIMER PASO, ESA DESICIÓN DE PONERSE EN MOVIMIENTO NOS LLEVA A CONCRETAR LA META QUE NOS PROPUSIMOS.

Hoy les comparto una historia más de vida, le pertenece a Elena. Lean con tranquilidad, entren en la historia y la sentirán.



Soy Elena Sabella, nací en Florencia, Italia.
Viajo por el mundo porque tengo sed de conocimiento.




Elena; ¿En que etapa de tu vida sentiste la inquietud de viajar y porqué elijes Sud América?

Pues vengo de una familia de viajeros. Desde muy pequeña he estado acostumbrada a viajar lo hacíamos en camper junto a mis padres y mi hermana.  En mi niñez odiaba eso. Con mi hna.(que es menor que yo), no nos llevábamos bien y en un espacio pequeño donde entrabamos los cuatro y a veces los viajes duraban un mes no era lo mejor para mi, no podía pasar con mis amigos, me perdía los cumpleaños, entonces para mi era como sufrir, no llegaba a entender lo precioso que era lo que me estaban regalando mis papas. Ya mas grandecita me iba de intercambios de la escuela, asi que me alojaba con alguna familia local (una vez fui a Londres) y en otro momento del año yo alojaba a otra chica y con esas experiencias comencé a disfrutar del viaje y a compartir con amigos. Pero... la inquietud por viajar se inició en un viaje que hice por Costa Rica en mayo del 2016 cuando tuve 1 mes de vacaciones de mi trabajo y me fui a la boda de un amigo a ese país, fue ese viaje que me hizo volver y dejarlo todo y dedicarme a viajar.
 

¿Qué te hace elegir Sud américa para recorrerla?

Yo empecé a estudiar español en la secundaria con 14 años, además gramática y literatura de España y los países latinoamericanos. Mi profe me motivaba mucho, ella lo hacía con pasión aunque nunca había ido a Sud América. Me hizo amar el idioma y  la cultura de esos países. También hice un encuentro de couchsurfing cuando  todavía no conocía la plataforma (yo estudiaba en la universidad de Turín al norte de Italia) tenía compañeras de curso y ellas estaban en la plataforma de couchsurfing y compartían con viajeros con los cuales salían a bares y otros encuentros y fue así que conocí gente de esos países con quienes hice amistad; viendo el tipo de personas que eran: tan relajados, super chéveres y tal, que empezó a interesarme más el querer visitar los países de donde ellos venían.

¿Qué te motivó a viajar como mochilera?

El gusto de viajar de mochilera empezó después de hacer el camino de Santiago en España en el 2014, después de caminar durante  1 mes y más de 800 kms. cruzando España de este a oeste me di cuenta que todo lo que yo necesitaba podía caber en una mochila de 40 lt. y que pesaba 6 kg. volviendo a mencionar la experiencia de Costa Rica  después de la boda recorrí sola el resto del tiempo y conocí a muchos viajeros que viajaban por meses y años en bici, caminando, haciendo dedo, en autobús etc. todos lo hacían con mochila y cada uno tenia su historia. Hasta ese momento no había imaginado el poder viajar tanto tiempo haciendo couchsurfing, voluntariados como lo hacían esos viajeros que conocí y eso fue lo que me motivo a querer vivir esa experiencia  como mochilera.                 


¿Cómo planeaste este viaje y desde dónde lo comenzaste?

No planee mi viaje. Volví de Costa Rica a Bratislava, tuve 2 semanas de crisis viendo lo que había vivido en ese viaje y mi realidad cotidiana. Me di cuenta que trabajaba 1 meses por año para 1 mes de vacaciones(o sea solo ese mes lo disfrutaba) Con una mochila a cuesta yo me sentía la mujer + poderosa, la + guapa, la + afortunada. Charlando con una viajera me quedó Perú en mi mente. Así que compré una guía de Perú. A la semana renuncie a mi trabajo. Aun trabaje 3 meses de preaviso. Regresé a Italia un par de semanas y luego viaje. Aproveche un voluntariado para una empresa Holandesa de viajes y q tenia proyectos sostenibles. Así que yo tenía que hacer fotos y escribir para el blog. Llegué a Lima (Perú) luego tomé el 1er colectivo para Cajamarca, y allí comenzó mi aventura.

¿Qué medios de transporte utilizaste en este viaje?

El primer año de viaje me desplazaba en colectivo, después solo a dedo.

 


¿Qué países recorriste y cuál te impactó más?

Recorrí Perú, Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Argentina. También viajé por trabajo a Colombia y Ecuador. No hay un país que me impactó más... todos me encantaron. Pero la parte que disfruté más quizás fue bajar la primera parte de la RN40 a dedo, allá donde todavía no hay asfalto. Fue, por lo que concierne el viaje, la parte más dura, la que más me puso a prueba. Crecí mucho en ese tramo de la RN 40.

Para ti que eres una mujer europea ¿Qué sentiste al descubrir culturas diferente?

Estoy acostumbrada a mezclarme con culturas diferentes. Por mi forma de viajar, siempre llegué a sentirme parte del pueblo local, a pesar del color de mi piel, de mi acento o de mi cultura. Sin embargo, Argentina es el país donde más me sentí integrada, fue como estar en casa. En parte porque pasé un año entero allá, en parte por la historia de inmigración italiana de su gente. 

Descubrir culturas diferentes me encantó. Cada día descubría algo nuevo, tanto por las zonas que cruzaba (me encantaron Los Andes o la selva, por ejemplo) como por la gente que conocía, desde los campesinos más humildes hasta senadores. Todos fueron súper amables conmigo y me dejaron entrar en sus vidas.

¿Cómo te sustentabas en el viaje y cuales son los pro y los contras de una mujer que viaja sola?

Los primeros seis meses viajé con unos ahorros que tenía de mi trabajo. Después empecé a parar cada vez que necesitaba juntar plata. Trabajé en un hotel boutique, en hostel, en restaurantes, con artistas y en comunidades, vendiendo mis fotos hechas postales, haciendo voluntariado por aquí y por allá. También trabajaba online  con traducciones, fotografía y creación de contenido, y el último año trabajé como tour leader llevando a turistas italianos en viajes organizados por una agencia de mi país. 

Ser mujer que viaja sola es un “producto” más atractivo: la gente te ve chiquita con una mochila enorme y quiere ayudar. Se sienten segura porque sos mujer, blanca y europea. Estos estereotipos que tanto odio sin dudas me brindaron techo, comida y sobre todo cariño de la gente y experiencias únicas. Por otro lado, una mujer que viaja sola es más susceptible a cualquier peligro. Tenía que estar siempre alerta, buscando lugares seguros para acampar y fiándome de mi instinto. La cultura machista de Sudamérica hace que las mujeres  adoptemos más precauciones que los hombres y como sabemos que las precauciones no siempre son suficientes, más de una vez he tenido que pasar por situaciones desagradables, por decirlo con un eufemismo.

¿Cuál es la comida que más te gustó de todos estos países?

Al año de viaje decidí ser vegana, pero antes probé de todo. Desde lagarto hasta cuyes, hormigas y gusanos, para mí lo lindo de la comida es la experiencia local. Me encantó la cocina peruana, sobre todo el ceviche. Lo que más me encanta de Sudamérica es la variedad de frutas que tiene. Frutas que en Europa no tenemos, que allá podes comprar caminando por la calle o en mercado, o comer directamente del árbol. Aún recuerdo el sabor del mango paraguayo. Allá tienen tanto que la gente lo tira. Acá en Europa es re-caro y no sabe a nada!

¿Cuántas provincias conociste de Argentina y que diferencias has notado entre ellas?

Las estrellitas son los lugares donde estuve. Recorrí todo el NEA y el NOA y luego fui bajando por la RN 40 hasta El Calafate, que fue cuando empezó la cuarentena y decidí volver a Italia. También conocí algunos lugares en la provincia de Buenos Aires. 

Pasar  de una provincia argentina a otra te hace entender cómo las fronteras son solo políticas. Es un cambio lento si viajas por tierra. Pero Jujuy tiene más en común con Bolivia que con Buenos Aires y cuando estuve en corrientes era como seguir en Paraguay. Amo las zonas de frontera y amé notar las diferencias en términos de comida, acentos, costumbres en las diferentes provincias argentinas.

 
                            
                                                                
¿Colombia es tan peligroso como nos cuentan?

Depende mucho de adónde vayas. Hay lugares muy turísticos en la costa donde me sentí súper segura, como Cartagena de las Indias, y hay barrios en Bogotá donde tienes que estar bien alerta. Colombia está cambiando mucho, lo demuestran casos de transformación social como es por ejemplo la Comuna 13 de Medellín. Como siempre, hay que ver y entender la realidad local antes de juzgarla, y los lugares comunes pueden tener un fondo de verdad, pero siempre son muy exagerados. De haber  seguido esos comentarios nunca me hubiera ido de viaje 😀

¿Nos contarías alguna anécdota buena que hayas guardado en tu corazón?

Tengo miles.  Comparto una que atesoro. En Paraguay, estaba estrenando mi Pepa (mi carpa) en la playa del Ypacarí, lago tan cantado en las guaranias, pero que de azul tiene solo el recuerdo.

Había caído en el sueño más profundo. La lluvia había conseguido arrastrar los fantasmas de mis acampos pasados, y me había dormido con las gafas puestas y El Gran Gatsby todavía en las manos. "Hola, disculpa...", llamaba una voz al lado de la carpa. Me sobresalté, todavía perdida en mi sueño. "Vine a traerte unas cosas", me decía. Todavía dormida, no entendía nada. Pero su cálida voz femenina transmitía seguridad, así que salí en la oscuridad para ver quién era.

Frente a mí, una chica sonriente me señalaba las tres bolsas de plástico que llevaba en las manos. Mi mamá trabaja en la Municipalidad y me habló de vos, "una chica italiana que viaja sola por el Paraguay, delgadita pero con una mochila enorme."( Me contó) yo quisiera hacer lo que haces vos, viajar por el mundo. Lo hago cuando puedo, con mi novio, en los doce días que tenemos de vacaciones. Te traje comida para que mañana tengas pilas para seguir tu viaje. Mi mamá te vio volver del súper con unas verduras, pensó que eras vegetariana así que no te traje carne, pero sí queso, no sé si comes. Traía agua, pan integral, galletas, verduras, jugo, fruta - un montón de comida.

Su mamá Nilsa no solo me había guardado la mochila en la Municipalidad mientras exploraba el pueblo, me ha prestado el baño y conseguido sin que le pidiera un permiso para acampar en la playa gratis, además también me había mandado kilos de comida a través de su hermosa hija.

Su nombre es Luz. No podía llamarse de otra forma. Me había alumbrado esa noche lluviosa de una forma que ni podía imaginarse.

¿Prefieres la montaña o, el mar en cuanto a paisaje y porqué?

Prefiero la montaña. Los Andes me enamoraron, allá es donde pude conocer la cultura más tradicional: las montañas suelen ser zonas inhóspitas y por lo tanto siguen conservando más sus raíces ancestrales. Además, ¡me encanta hacer Trek King! Aunque el mar tiene su magia y amo pasear por la playa o cruzar ciudades en la costa.

                                                     


¿ Algún lugar que te  faltó conocer en ese viaje?

Uy, no me hagas pensar en ello jaja. Llegué a 70 km del Perito Moreno. Me falta la última parte de la RN 40, después de casi un año estaba llegando a Ushuaia pero el Covid me molestó los planes. Además me falta toda la parte este de Argentina, la Pampa... Y todo Chile, no conocí nada al sur de San Pedro. Mi plan era subir por ese país. Me falta casi todo Brasil (necesito dos vidas para recorrerlo), las Guyanas que tengo muchas ganas de conocer, Venezuela... en fin, es más lo que me falta que lo que he conocido.

Leerte fue como haberte acompañado en ese viaje, Elena: ¿Alguna frase o palabras que te sostuvieron y te acompañaron a lo largo de este viaje?

Hay una frase hermosa de San Martín que está grabada a mitad de la RN 40, en Chos Malal (Neuquén): "Seamos libres, que lo demás no importa nada".

GRACIAS DE CORAZÓN ELENA POR COMPARTIR TU EXPERIENCIA DE VIAJE.

Comentarios

Unknown dijo…
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Eduardo Luna dijo…
Que hermosa historia de Vida. Viajar por el Mundo . Gracias por compartir.
Bea dijo…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Carlos dijo…
Hay quienes logran desligarse de los estereotipos y descubren las experiencias que da la libertad dé viajar.
Rosi dijo…
Hay que ser muy valiente para hacer lo que hace Elena te felicito nada mejor que realizar tus sueños
Bea dijo…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Bea dijo…
Gracias por.comentar, se lo transmito a Elena.