NO TENGO. NO PUEDO...
Muchas veces respondemos con estas palabras.
Y es bueno aprender a decir NO a las personas en algunas ocasiones.
Solo, que en algunas circunstancias de la vida estas palabras estresan a quienes las dicen.

Parece una contradicción ya que al encabezar el tema lo mencionaba de manera positiva. Pero...
Cuando era madre de niños en edad escolar estuvimos desempleados. (Eso duele) cuando tienes una familia y cubrir las necesidades básicas en el día a día es una prioridad.
Se hacía alguna changa o trabajo casual en lo que se podía para sobrevivir.
Los niños (mis hijos) como cualquier otro niño solían pedir que se les comprara algo que deseaban o también pedían dinero para comprar los materiales de trabajo para la escuela.
Y yo como madre les respondía. "hijo no tengo"
"hijo no puedo comprarte" (saben? iba pasando el tiempo y no se conseguía tener un empleo estable.) Asi que fueron muchas las ocasiones que tuve que responderles, "hijo no tengo".
Y... cuando las cosas se ponián muy tensas y yo un poco nerviosa y... había que comprarles o darles dinero para algo y no lo tenía porque; quizás solo habíamos comprado lo poco que pudimos almorzar.
Y de pronto oía una vocecita que me decía ¡¡mamá!! la señorita dijo que llevemos para mañana (tal cosa).
En mi impotencia yo le decía: "¡¡ hijo te dije no tengo, o acaso creen que soy el banco!!
Saben? eso me dolía muchísimo, y se que a muchos padres les sucede.
Ser padre o madre y pasar por la etapa de pérdida del empleo duele tremendamente y duele por ellos (los hijos).
Y como suele suceder, hasta encontrar un nuevo empleo puede pasar bastante tiempo, ese lapso es una etapa muy densa.
Y cuando tienes la dicha de encontrar un trabajo vuelves a sonreir, pero todo no termina ahi, son largos los días hasta cobrar el sueldo y, como vienes atrasadísimo y seguramente con deudas; hasta cubrirlas llevará un tiempito para no vivir en escases y volver a sentirse libre.
Esas palabras mencionadas, duele porque como padres queremos y deseamos darles lo mejor a nuestros hijos.
Y a ellos (los hijos) les duele ese "no tengo" lamentablemente porque no le decimos de vez en cuando sino y quizás a diario, y sin desearlo sembramos en esas cabecitas esa negación.
Fue solo una etapa, pero deja huella en toda la familia.



Comentarios
Dejan marcas muy profundas
La impotencia que provoca esas vivencias es inmensa....gracias a Dios todo pasa